A egresado de la EDA se le abre el mundo pictórico tras ganarse beca de arte en NY
Fue becado por la Liga de Estudiantes de Artes en Nueva York.
La creatividad artística de Luis Eduardo Romero fue potencializada por la Escuela Distrital de Arte y Tradiciones Populares, EDA.
Tras ir descollándose en el mundo pictórico en Barranquilla, su nombre reaparece en la escena local al intervenir una de las 30 vacas del programa ‘Vacasquilla’, propuesta inspirada en el mito fundacional de la ciudad.
La ‘Luz del Carnaval’, es el nombre de la colorida obra que reposa en el Museo del Carnaval y que rinde homenaje a dos representantes icónicos: Juanita Pérez y un personaje del Congo Reformado.
Pero ese ímpetu creativo no se detuvo en esta meta. De la EDA pasó a integrar uno de los institutos de arte más importantes de América: la Liga de Estudiantes de Artes en Nueva York. Al centro artístico llegó becado a estudiar artes plásticas con énfasis en pintura. Su nombre fue seleccionado como en su momento lo fueron pintores colombianos como Enrique Grau o David Manzur en Manhattan.
Según la EDA, una de sus obras fue escogida entre 193 artistas para la promoción de The flag project 2023, exposición que estuvo en el Rockefeller Center durante el mes de abril, enmarcada en la gastronomía de Nueva York.
“La propuesta tuvo la temática de la gastronomía del Caribe y allí quise plasmar la relación de los pueblos de Latinoamérica con la capital del mundo”, comenta emocionado Luis.
Enfocado en las esculturas y pinturas en técnicas de arte abstracto y figurativo, cristaliza su arte a través de figuras realistas que toman forma a través de líneas abstractas en espacios geométricos, gracias a los contrastes fuertes y los colores brillantes; si bien, hace esculturas y grabados, su especialidad, sin duda, son las pinturas.
Sus pasos en el mundo del arte y lo que aportó al EDA
Desde muy joven aparece Carmen Sierra en su vida, una persona que da rienda suelta a su creatividad a través de su experiencia en la escuela de Bellas Artes, en la Universidad del Atlántico.
El tiempo pasó y aquella saciedad por ampliar su formación tuvo respuesta al llegar a la EDA y retomar sus estudios en escultura.
“En el mundo artístico, siempre decían que los artistas que querían lograr una técnica debían pasar por la EDA”, recuerda Luis.
Para el 2017, en su paso por escuela distrital, ganó el X Salón de Arte Joven de la Bienal Internacional de Arte de Suba, Colombia, y lo llevó al XXXVIII Festival Internacional del Caribe en Santiago de Cuba. En el 2019, ocupó el segundo puesto en el II Salón de Arte de Carnaval, con la participación de sus exposiciones en distintas ciudades de la Región Caribe. Además, ha pisado países como Suiza y Alemania para esbozar su talento.
EDA, una experiencia formativa en artes con 29 años de tradición
Luis es uno de los 7.000 artistas que han pasado por la EDA, un programa pionero en Colombia que enfoca sus esfuerzos en el desarrollo humano con énfasis en las artes, con más de 29 años de historia y 11 programas de formación artística.
“Es una experiencia única en el contexto de formación artística a nivel nacional, pues es la única escuela que oferta seis áreas artísticas, de manera gratuita, y en formato de formación para el trabajo. La EDA es referente hoy de escuelas del país, como modelo formativo y de gestión de recursos para su funcionamiento. Nace de la necesidad del sector artístico de promover una experiencia para la certificación del talento de la ciudad”, comenta Valmiro Narváez, asesor de la Secretaría de Cultura y Patrimonio del Distrito.
Anualmente, la EDA recibe 2.800 estudiantes. En la formación impartida, la escuela cuenta con una planta de tutores, conformada por artistas reconocidos de la ciudad.
La flexibilidad del programa al ser una ETDH (Educación para el trabajo y el desarrollo humano), permite el ingreso de adultos mayores, personas con discapacidad, inmigrantes, ciudadanos de poblaciones focalizadas, entre otros grupos poblacionales.
“Las Fábricas de Cultura existen en muchas capitales del mundo, pero son privadas y aquí tenemos la oportunidad de contar con ese espacio gracias a la gestión distrital”, reafirma el artista Romero.
Cabe recordar que actualmente se encuentran abiertas las inscripciones y quienes deseen postular sus nombres deben cursar, al menos, noveno grado para las seis áreas de trabajo disponibles: danza, audiovisuales, teatro, artes plásticas, carnaval y música. En caso de requerir más información, las personas pueden consultar:
Escuela Distrital de Arte | o http://scpt.barranquilla.gov.co:8079/eda-v2/#/home .
Hay muchos otros casos de éxito como el de Keyler de la Hoz, egresado del programa de teatro, quien protagonizará una película en Disney inspirada en la champeta; Alejandra Murgas, presentadora de televisión nacional; y Karina Verdugo, otra de las artistas que hizo parte de ‘Vacasquilla’.
Lo que viene para la EDA
En aras de fortalecer sus procesos de formación integral hacia un mundo más competitivo, la EDA establecerá una alianza con la Universidad Distrital de Barranquilla IUB. Se aprovecharán al máximo las capacidades y experiencias de ambas instituciones para ofrecer a sus comunidades educativas una formación de calidad con acompañamiento de profesionales idóneos.
Los estudiantes de la EDA podrán movilizarse por el entorno de formación en cultura, arte y tradición, facilitando una transición armónica a los diferentes ciclos de formación, pasando del técnico laboral por competencias al técnico profesional y luego al tecnólogo, lo que abre paso para que los estudiantes puedan consolidar una carrera profesional en las áreas de diseño, la pedagogía y las industrias creativas.
Para los estudiantes de la IUB el ciclo formativo de la EDA se convertirá en el espacio para el desarrollo de la formación integral, adicionando formación para el bienestar estudiantil a través del arte y la cultura, teniendo como base la experiencia de compartir con artistas de la ciudad, lo que buscan los procesos formativos en la actualidad.
La coexistencia de las dos experiencias formativas en la Fábrica de Cultura permitirá que este ecosistema educativo genere nuevos diálogos para evidenciar cómo el ciudadano barranquillero sueña y materializa su ciudad, no solo con ideas, sino con obras que impacten la realidad.